Acerca de mis instrumentos

Acerca de mi catálogo actual


Relación con los clientes

Enfoque y filosofía


Concepción de sonido

Ajustes necesarios para la facilidad al tocar

Facilidad en la afinación

Siguiente sección:

Construcción y materiales

Estoy convencido de que cada modelo histórico tiene sus secretos ocultos que resultan imposibles de descubrir sin mucha experiencia y comprensión de sus particularidades. Por esta razón, mantengo mi catálogo de instrumentos al mínimo necesario, asegurándome de extraer el máximo potencial sonoro de cada uno de ellos.


Mi enfoque con respecto a la fabricación de instrumentos antiguos de cuerda pulsada está estrechamente ligado a mi experiencia como laudista profesional. Muchos años de estudio en varios instrumentos me han permitido desarrollar una idea mental clara de un sonido ideal para poderlo plasmar en mis instrumentos. Cuando un instrumento nuevo se desvía ligeramente de ese sonido ideal, hago cambios sutiles hasta llegar a estar completamente satisfecho (más sobre esto a continuación). Esta forma de hacer lleva mucho tiempo y requiere de una gran implicación en el trabajo, pero el esfuerzo adicional se justifica al conseguir la mejor calidad de sonido posible. No construyo instrumentos llamados “de estudio”, ya que no me satisface trabajar por debajo de mis habilidades. Toda mi producción consiste en instrumentos profesionales de concierto.


Aunque el lado comercial del oficio es importante para hacerlo económicamente viable y poder vivir modestamente de mi trabajo, estoy más interesado en crear instrumentos de la más alta calidad que satisfagan totalmente a mis clientes. Esto solo es posible cuando se ama profundamente dichos instrumentos y su música.


Como consecuencia de este enfoque, todos mis instrumentos son probados por mí mismo durante un período de algunos días para garantizar su más alta calidad de sonido, así como un ajuste preciso que permita una gran facilidad para ser tocados.


He viajado a muchos museos importantes en Europa con el objetivo de estudiar la mayoría de los modelos de mi catálogo. Se pueden encontrar muchas pistas sutiles en estos instrumentos que resultan en una gran fuente de inspiración y comprensión para el laudero, ya que estas no se pueden reflejar o entender completamente a partir de un plano hecho por otra persona. Siempre he tenido claro que no se puede capturar plenamente la naturaleza fundamental de un instrumento histórico desde una actitud y metodología contemporánea. En consecuencia, estudio e investigo constantemente las técnicas que utilizaban los antiguos artesanos y la forma en que estas se reflejaban en los instrumentos que producían.

Debido a que he sido también comprador de instrumentos, hace muchos años cuando todavía era estudiante de laúd en el conservatorio, conozco perfectamente la vivencia de estar “al otro lado”. La experiencia de encargar un instrumento se acompaña en la mayoría de los casos de muchas expectativas, ilusión y esperanza. Tanto profesionales como aficionados esperan que ese instrumento sea una fuente de inspiración y placer musical, quizás para toda la vida, así como una herramienta que les ayude a sacar lo mejor de su talento musical. Siendo consciente de todo esto, me esfuerzo para que todo lo anteriormente dicho se haga realidad, tratando de acomodar los deseos individuales de cada cliente, aunque siempre dentro del marco histórico de cada instrumento.


En un primer momento, trato de informar a mis clientes sobre el instrumento más adecuado para sus necesidades. Un par de meses antes de comenzar su construcción, mantengo una conversación más detallada hasta que ambos estamos desacuerdo con los detalles más sutiles. En esta etapa, envío fotos de varias opciones de maderas que resultan adecuadas para su instrumento. Obviamente, esto último, siempre que sea posible, es mejor hacerlo personalmente por medio de una visita al taller. Esta última opción es la que más me agrada, ya que disfruto y aprecio del contacto personal con mis clientes.


Una vez que el cliente ha elegido las maderas y comienzo la construcción, envío frecuentes actualizaciones fotográficas (por WhatsApp o correo electrónico) del proceso de construcción para que el cliente pueda involucrarse de alguna manera en el proceso. Una vez terminado y habiendo superado todas las pruebas de sonido y ajustes pertinentes, mantengo el instrumento durante algún tiempo en el taller, tocándolo frecuentemente, para asegurarme de su estabilidad. Cuando este proceso concluye, el instrumento estará ya listo para su recogida o entrega.

Cuando el instrumento está ya en una sola pieza y antes de pulir y aplicar los aceites, ceras y barnices, lo encuerdo y, durante un tiempo lo toco y evalúo el sonido que produce. En esta etapa, y una vez que las cuerdas se han estabilizado, toco diferentes estilos de música dentro del repertorio del instrumento con el fin de evaluar algunos parámetros que en mi opinión son indispensables en un instrumento profesional de primer nivel. Algunos de estos aspectos son:


•Proyección sonora general.


• La calidad sonora de cada nota que, en mi concepción particular, se traduce en un amplio espectro de armónicos bajos, medios y altos. Esto se percibe como un sonido rico y lleno.


• El equilibrio entre los registros.


• Uniformidad de timbre entre cada orden individual. Esto hace posible tocar una frase musical saltando de órdenes sin diferencia audible del tono. Esto es especialmente importante entre el primer y segundo orden.


• Una calidad “cantarina” del sonido con buen sustain.

Todo esto se hace no solo confiando en mis oídos, sino también gracias a la tecnología. Uso un par de micrófonos Neumann de alta calidad conectados a la computadora con el objeto de analizar estos parámetros y mantener registros de ellos para referencias futuras.


Tan importante como la calidad del sonido son los ajustes que, por un lado, harán que el instrumento sea muy fácil de tocar y por otro, que resulte muy fácil y rápido afinarlo. La altura de las cuerdas tiene una tremenda influencia en cuánto esfuerzo se tiene que hacer para pulsar las notas con la mano izquierda. A este aspecto técnico es generalmente llamado "acción" y, si es demasiado alta, el instrumento será muy incómodo de tocar y, si es demasiado baja, se producirán zumbidos o “chasqueos”. Este equilibrio entre los dos extremos es uno de los aspectos más difíciles de ajustar correctamente y requiere algo de ensayo y error para ajustar la altura de las cuerdas y los calibres de los trastes de forma óptima.

Otro aspecto que con demasiada frecuencia es pasado por alto es el funcionamiento preciso y suave de las clavijas. Esto resulta aún más importante en el caso de los instrumentistas profesionales que necesitan ser capaces de afinar sus instrumentos de forma rápida y efectiva en todo tipo de situaciones. Con el objeto de lograr que las clavijas giren suavemente sin que se atasquen o se desenrollen, las someto a un tratamiento químico especial para hacerlas más resistentes a los cambios de humedad.


También he desarrollado una fórmula de compuesto de clavijas mucho más eficiente que el comercial que se vende habitualmente para instrumentos de la familia del violín. Este compuesto se incluye con cada uno de mis instrumentos.